Hablaba sobre mí y sobre mi vida, o lo que yo percibía como tal por entonces. También había micro-relatos e historias totalmente inventadas que hacía mías porque me ayudaban a transmitir cómo me sentía. Me sorprende recordar la capacidad que tenía para escribir entradas casi a diario de una forma tan apasionada cuando tenía tan poco que contar, realmente.
Llevo unos meses con las ganas de empezar un nuevo blog y lo único que me ha echado hacia atrás ha sido la pregunta que, supongo, cualquiera que quiera abrir uno se planteará "¿sobre qué voy a escribir?". Ahora no quiero ni necesito soltar un montón de rabia al mundo a través de internet. No me apetece esconderme detrás de ningún nick nuevo, ni transformar mi entorno para que resulte imposible reconocerlo. Para eso tengo una cuenta en Facebook totalmente privada. ¡El mundo ha perdido a una exhibicionista!
Así que si estás leyendo esto es porque he encontrado la respuesta ;)
¡¡Siendo tan pequeña ya querías dominar vidas ajenas!!
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