lunes, 6 de junio de 2011

El primer gato de Cheshire de la dinastía.

Naces, creces, te gustan los ponys, sigues creciendo, te siguen gustando los ponys, encuentras un foro en español de coleccionistas, empiezas a coleccionar, participas en ese foro y un día te apuntas a un swap en el que las manualidades son bienvenidas.

En ese foro hay gente que hace customs que parecen ponys orginales de Hasbro, dibujan, pintan camisetas, diseñan webs, hacen broches de fieltro, chapas y a la que te descuidas, con un poco de hormigón y cuatro ladrillos, te están montando un palacete en medio del campo.
Para quien no lo sepa: tengo el sentido artístico y creativo de un nabo. Un nabo pasado de fecha, para ser más exactos. Partiendo de esa base, cualquier cosa que tenga que ver con customizar ponys, dibujar y pintar camisetas sin plagiar algo (y plagiarlo mal) quedaba más que descartada. Encima, el tema de coser lo tenía abandonado y mi pequeño cerebro de lemur ni siquiera había entrado a valorar esa idea.

Gracias a Ardid, quien organizaba ese swap, tenía un dato. Un dato importante: Alicia, la chica a la que yo tenía que enviar el regalo, era fan de Alicia en el País de las Maravillas. Hacer un pony temático estaba fuera de mis posibilidades y de eso ya se había encargado Ardid, la muy perra. Para hacer un dibujo tendría que copiar algo y disfrazarme de Sombrero Loco para hacer una foto y convertirla en postal era demasiado arriesgado/bizarro/estúpido.

Pero la condición de lemur no siempre tiene por qué jugar en mi contra. Del pensamiento "¿Qué pasaría/pensaría si me disfrazara para hacer una postal?" a "Igual la chica es feliz con un marcapáginas hecho a punto de cruz para sus libros de Lewis Carrol" sólo hay un golpecito contra el marco de cualquier puerta.

Google imágenes, en su infinita sabiduría, me enseñó varios patrones que podrían servir para el marcapáginas. El problema era el tamaño, yo estaba empeñada en hacer una Alicia y todas las Alicias pequeñitas eran feas, los patrones estaban mal hechos o ambas cosas. Hasta que encontré esto:

Un gato de Cheshire bonito y fácil de hacer. O eso es lo que yo creía. Ajem.

Para que el gato quedara vistoso escogí un panamá de cuadros grandes. Y a la hora de elegir colores utilicé el fiable método a ojo de buen cubero.

"Este verde es demasiado chillón, mejor pongo otro."
"Estos rosas combinan raro, mejor pongo otros."
"Con ese amarillo parece un gato yonki, mejor pongo otro."

Vamos, que cuando conseguí tranquilizarme porque ya tenía todo pensado y preparado tuve que volver al estado de histeria porque casi todo el mundo posteaba en el foro para decir que sus manualidades estaban acabadas, los ponys comprados y que con tanto tiempo libre lo mejor era pirarse de vacaciones.

Haciéndome responsable de mis actos, empecé a coser como si no hubiera un mañana.

-Ángel: ¿Qué hacemos esta noche?
-Mariko: Ven a mi casa, que tengo que hacer gato.

-Ángel: ¿Vamos al café?
-Mariko: Lo tomamos en mi casa, que tengo que hacer gato.

-Ángel: ¿Te recojo en media hora y vamos a la piscina?
-Mariko: Uf... no sé, a ver cómo llevo el gato.

El gato de Cheshire, pasó a ser conocido por el-puto-gato-de-los-cojones. Y aún no sé muy bien por qué.

En total, tardé unos 20 días en hacerlo, lavarlo, plancharlo, ponerle la entretela y enmarcarlo. Tal que así:

La foto es pésima, por mi culpa. No sé cómo ni por qué, pero puse un filtro morado y me di cuenta cuando había pasado muuucho tiempo.

Si había sufrido para encontrar un marco ya montado que le quedara bien y tuviera su tamaño no sé cómo no me suicidé para encontrar una caja segura donde poder enviarlo. Aunque lo más sorprendente fue que Ángel no me abriera en canal y esparciera mis tripas por una cuneta.

-Ángel: ¿Tomamos café?
-Mariko: ¿No te apetece más dar un paseo por los contenedores de reciclaje para ver si hay cajas grandes?

-Ángel: ¿Vamos de cañas?
-Mariko: Mejor vamos al punto limpio a buscar cajas.

-Ángel: ¿Tenemos que seguir buscando cajas?
-Mariko: No, traéme tu cúter y precinto, que la voy a hacer yo.

-MarikoMadre: ¡Mirad qué caja traigo!


Le pedí a mi hermano que hiciera una foto a la caja mientras yo la sujetaba para enseñar en el foro las dimensiones y el muy cerdo me sacó de esa guisa. Recortando la foto para conservar mi dignidad me di cuenta de que si eliminaba mi cara de resignación se perdería la esencia de lo que el-puto-gato-de-los-cojones había supuesto para mí en esos 2o días. Y, bueno, las reacciones no se hicieron esperar: lolz y más lolz.

El final feliz llegó cuando Alicia recibió su paquete, lo posteó en el foro y me mandó un MP de agradecimiento que yo leí dando saltitos de alegría.


P.D.: En realidad no hay ninguna parte negativa, ni semi negativa, ni un poco negativa, de esta historia. Lo pasé muy bien cosiendo, haciendo fotos de los avances para enseñarlas a mis amigas y buscando cajas en los contenedores. Y me sentí genial cuando supe que el cuadro estaba colgado en una pared de su casa. Tan genial que repetí experiencia.

Ya lo veréis :)


8 comentarios:

  1. Ohhh si es que eres más tierna cuando quieres.....SOLO cuando quieres. Y que majo es ángel...¡¡si es que lo van a beatificar hija!

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  2. Menuda odisea. :D Puedo quedarme con el patrón??? Puedooooo? Puedooooo????

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  3. No puedo, no se hace grande. :_________(

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  4. Ays, que bonito es mi gatito!!! lo que tu no sabías es que me gusta 'Alicia en el país de las maravillas' pero AÚN me gustán MÁS los gatos :-), así que doble acierto.

    Por cierto, me encantaría una foto tuya de sombrerero loco (y con la caja de pan de pueblo más) xD

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  5. ¡Gracias chicas y chico! :)

    Marduk, tranquila, te paso el link con el gato en grande. Aquí lo colgué grande, pero se descuadraba todo ¬_¬

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  6. que hermoso te quedo, de donde podria sacar el patron? gracias

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  7. yo quiero ese patronnn!!!!! x favor

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